Planea con mucho tiempo de antelación. Al menos 4 semanas antes.
Pide ayuda. Hacerlo todo tú mismo puede ser estresante. Delega tareas a tus amigos, seguro que estarán encantados de ayudarte. Será más divertido que organizarlo tú solo.
Elige un tema para la fiesta. Será más fácil de organizar y tus invitados se sentirán más entusiasmados.
Elige un lugar. Si tienes un amigo con una casa grande, pídesela prestada. Si tu casa es grande, hazla ahí, pero no elijas un lugar público como un parque, ya que pueden unirse extraños a la fiesta y no ser agradable.
Planea más juegos y actividades de las que vayas a hacer. Las cosas no van siempre como lo esperas, así tendrás un plan alternativo.
Decide el menú pronto y haz una lista de la comida y bebida que necesites comprar. Determina el tipo de platos que vas a servir y verifica que tienes todo lo que necesitas, incluidos cubiertos, platos y vasos.
Difunde la noticia. Cuando ya tengas lo esencial para la fiesta (la comida, el lugar, la música, el día y la hora), comienza a invitar a tus amigos. Recuerda que el equilibrio es esencial. No quieres que haya demasiada gente, pero tampoco que la casa esté medio vacía
Recuerda añadir bebidas no alcohólicas al menú. No todos querrán alcohol y los conductores designados no podrán ingerirlo para poder volver a casa.
Pon música de fondo para alegrar el ambiente. Ponla lo suficientemente alta para que se alcance a escuchar en todo el lugar, pero no tanto como para tapar las conversaciones.